Pasaron horas después de la devastadora noticia, de que nuestro hijo llegó a su sueño eterno. Yo seguía en la clínica con medicación por el post operatorio, entró el ginecólogo y nos sugirió que era necesario realizar autopsia al cuerpo de mi hijo para poder saber cual fue el problema.
A lo que accedimos sin pensarlo mucho. Dentro de todo el dolor sí necesitábamos saber qué había pasado con nuestro hijo, y nos indicó que también iban a realizarle un estudio a la placenta para saber que pasó, estos exámenes lo tiene que realizar un histopatólogo directamente y solicitaban nuestro consentimiento firmado para poder realizarlos.
Estando en esa etapa de shock, comunicamos a nuestras familias la horrible noticia, solos los 2 en la habitación, se derrumbaron todos nuestros proyectos como padres, tratando de mantener una respiración constante, nos abrazamos y sabíamos que nos teníamos el uno al otro. Esa noche tratamos de conciliar el sueño (estoy segura que entre la medicación tuvo que existir alguna medicación para inducir el sueño).
Mi hermana mayor me sugirió que solicite a UCI las improntas de mi bebé de sus manitos y pies, ya era muy tarde así que lo solicité al día siguiente antes que se lo lleve el histopatólogo.
A la mañana siguiente, no sabíamos que hacer. En la habitación comenzaron a llegar visitas para poder darnos las condolencias, no sé si en algún momento pude pronunciar una oración completa sin devastarme.
Pero dentro de todo, agradezco todas las muestras de cariño y preocupación que tuvieron no solo conmigo sino también con mi esposo. Nuestra familia siempre estuvo presente, no era necesario decir mucho, solo en silencio sabiendo que compartían el mismo dolor conmigo.
Ese día se logró contactar al histopatólogo. Llegó a la habitación el Dr. Nicolalde y nos dijo que todos los exámenes los realizaría ese mismo día y en horas de la tarde-noche estaría con el cuerpo de mi hijo de regreso, para lo cual nos solicitó una prenda de vestir para poder traerlo vestido.
En esos segundos…. seguía pensando que era todo una pesadilla, que ya me iban a traer a mi hijo vivo para poder abrazarlo y seríamos los papás mas dichosos, pero no fue así ni lo será.
Los exámenes de la autopsia tardarían aproximadamente 15 días para tener alguna respuesta. Estuve en total 3 días en la clínica con medicación, cuidados y comiendo muy poco la verdad…cómo asimilar todo lo que está pasando en tan poco tiempo sabiendo que no lo voy a llevar a casa…
Pasaron esos 15 días… ya en casa tratando de continuar con la vida, compartiendo con mi familia cercana, comiendo mejor… viviendo y sanando a la vez.
Mi pilar fundamental ha sido y será mi fe en lo que yo creo, eso me ha permitido entender también en lo espiritual que todo tiene un propósito, así no lo veamos en ese momento, es solo un acorde de música en toda la partitura, esa nota musical que no se entiende si se toca sola… que no se asimila, que no encaja…. forma parte de algo mucho más grande dentro de la partitura y sin esa nota no sería igual el sonido en general de la composición llamada vida.
Cuando llegamos al consultorio del ginecólogo nos entregaron los resultados de la autopsia y nos sugirieron que visitemos a un genetista para que nos explique si tiene algún nombre todo lo que le pasó a mi hijo.
Inmediatamente llamamos al Dr. Nicolalde (histopatólogo) y preguntamos si conocía de algún genetista que pueda referirnos, a lo cual nos dio varios nombres. Llamamos y pudimos concretar una cita.
Un día antes de ir a la cita, en mi cabeza pasaban un millón de cosas…
¿y si nos dicen que hay un problema con nosotros?
¿si no somos compatibles?
¿y si yo tengo algo que no permite que lleguen bien mis bebés para el nacimiento?
Todas tenemos muchas preguntas siempre, y ahora era mayor mi incertidumbre dentro de lo lógico, llegar a cuestionar la voluntad de Dios es imposible y eso no lo hice ni lo hago.
Llego el día… era tarde y hacia frío. Llegamos nos presentamos con el Dr. Espín y comenzó con preguntas de todas mis pérdidas gestacionales, y la última pérdida perinatal que fue la de mi hijo Nicolás.
Antes de entregarle los resultados el doctor, nos supo aclarar que si él veía algún problema sería claro y directo con nosotros, así no sea bueno el diagnóstico, nos lo iba a decir. Dicho eso le entregamos los exámenes con los resultados.
La cita fue de más o menos de 2 horas aproximadamente, algo nerviosos por lo que diga el doctor, escuchamos todo lo que tenía que decirnos. Todo lo que le pasó a nuestro hijo ya tenía un nombre se llama ASOCIACIÓN VACTERL.
No se puede llamar síndrome, porque no es hereditario (cuando dijo eso el doctor no se imaginan el peso que se cayó dentro de mi, fue un alivio saber que no es hereditario).