He aprendido a agradecer a Dios en todo momento y circunstancia

El perder a mi hijo Nicolás en apenas horas, ha sido algo para lo que no estaba preparada, mi idea era poder salir de la clínica con mi Nico y comenzar la hermosa etapa de la maternidad y paternidad con mi esposo, pero las cosas no salieron como estaban en mis planes.

Al tener a Dios en mi vida como un diario caminar y poder saber que soy su hija, poder tener identidad en Él, es lo único que me ha permitido transitar este sufrimiento y dolor de una manera más sana, estoy convencida de eso.

Después de abrazar a nuestro hijo en la UCI de la clínica, no sabíamos muy bien que hacer con mi esposo, pero en esos momentos de lucidez, con todo el shock que estábamos viviendo, hacemos una oración a Dios, primero agradeciéndole por la vida de nuestro hijo, y segundo, oramos para que Nico, nuestro hijo, nos entregue nuestro corazón devuelta, para poder seguir viviendo (no teníamos ni idea de como), esas oraciones fueron escuchadas, yo estoy segura que sí, las oraciones sinceras de los padres son escuchadas. 

Durante todo este tiempo, he aprendido que no es en mis fuerzas, ni en mi tiempo, ni lo que yo tenía planeado, sino en el tiempo y la voluntad de Dios, a mi manera todo seria felicidad, pero claramente sé que no es lo que yo quiero. Llegar a depender de Dios en estos momentos tan cruciales para nuestras vidas ha sido el puente que nos ha permitido hasta ahora transitar este luto.

Entender que mis hijos están en el cielo con Dios, disfrutando de su presencia, compartiendo con Jesús, ellos están felices, y eso me da paz, es una convicción que tenemos con mi esposo, pero poder entender lo que por Fe sabes, es muy alentador.

Dios guarda y protege cada detalle de cada vida y nunca pierde de vista nada. 

Sé que Dios busca que todos gocen de vida eterna en el cielo y nadie muera, entonces en esta verdad puedo entender que Dios adopta a todo bebé que no pudo venir a la tierra o falleció antes de tener consciencia de cometer alguna transgresión ante Dios. Tienen pureza y con eso en mente estoy segura que mis hijos están con Dios . 

Eso ha sido mi consuelo y poder encontrar PAZ, para poder continuar, día a día, pero tengo sentimientos soy de carne y hueso y me duele, no lo puedo negar… ni así pasen todos los días de mi vida, me voy a olvidar de mis hijos. 

¿Por qué digo hijos? Porque tuve varias pérdidas gestacionales, no tuve la hermosa oportunidad ni de sentirles, pero fueron creación de Dios y fueron mis hijos.

Estoy aprendiendo a lamentarme, a poder expresar a Dios mi dolor pero siempre con una esperanza, a pesar de todo lo que vivo día a día, y voy asimilando, tengo la esperanza de poder reencontrarme en el cielo con ellos.

Esto me ha fortalecido más en el Señor, por clamarle y pedir que me de consuelo, que Él limpie mis lágrimas, que Él me de su paz, y sobre todo que me guíe, para poder vivir una vida digna, que le agrade. 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *