8 meses aprendiendo a vivir solo con tu recuerdo

No entiendo como ha pasado tan rápido el tiempo, mis actividades no son iguales, en este tiempo he aprendido a lamentarme por que no estas aquí mi hijo, mi bebe, siempre estas en mis pensamientos y en mi diario caminar, el tiempo que ha pasado he podido aprender que no estamos solos en esta nueva ruta de duelo y hay personas maravillosas que hacen mas ligero este transitar.

Poder aprender a lamentarme no ha sido fácil, el dolor es una etapa de nuestras vidas que no queremos ni topar ni nombrar, pero cuan necesario se hace para poder transitar y no desarrollarlo como sufrimiento. Encontrar mi nueva personalidad, mi nueva yo, ha sido de día a día, poder entender que me pasa y como asimilar y no hacer de mi vida una olla de presión y explotar cuando todo esta acumulado.

En este transitar hemos podido volver a viajar, hacer una pausa o redireccionar nuestros pensamientos y acciones hacia el descanso y disfrutar de los pequeños detalles que nos brinda la vida, paseo corto pero muy necesario para poder reconectarnos como pareja, como padres, y aprender a vivir con tu ausencia, ya no con pena si no con nostalgia. 

Este viaje lo hicimos cuando eran los 7 meses de nuestro nueva vida, nos acordamos de ti, y pudimos desahogarnos juntos como pareja, y también imaginarnos un ratito «como seria si estuvieras aquí» no con dolor sino mas bien con anhelo y mucho amor.

Poder pronunciar tu nombre…. Nicolás Ezequiel Haro Erazo, sin quebrarnos ni sentir esa presión horrible en el pecho, sino mas bien recordarte con amor y anhelo de volver a verte cuando sea el tiempo.

Ocho meses en los que hemos pasado por el dia de la madre y el día del padre con tu ausencia, sin tapar esas fechas y agradeciéndote por habernos escogido como tus padres, nos has enseñado tanto en tan poquito tiempo, saber que nada esta escrito y que la resiliencia que ni pensábamos tener la estamos descubriendo gracias a ti mi Nico. 

La fundación que lleva tu nombre ya esta con personería jurídica y eso nos alegra tanto, saber que podemos comenzar a ayudar a tantas familias a transitar de manera amorosa esta nueva vida, viviendo el duelo día a día nos mantiene animados y la cabeza ocupada también.

Gracias mi hijo por enseñarnos todos los dias a vivir honrando tu memoria y extender una mano amiga  para el que lo necesite.

Gracias por elegirnos como tus padres y darnos un propósito de vida. TE AMAMOS. 

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